La Luz en el Arte: El Acorde Invisible que Todo lo Une

RafaelAndresAnguloMolina

La Luz en el Arte: El Acorde Invisible que Todo lo Une

Cuando la luz toca un cuadro, me recuerda al momento exacto en que una orquesta ataca el primer acorde. Es ese instante donde todo respira, donde el silencio se transforma en vida. La luz no es solo un recurso técnico, es emoción pura.

Los pintores la utilizan como nosotros los músicos usamos los silencios y las tensiones armónicas. Una sombra no es ausencia, es contrapunto. Un rayo de luz que acaricia un rostro es como un crescendo que emociona y estremece.

Caravaggio, por ejemplo, componía con luz como Bach con notas. Su claroscuro me suena a fugas y contrapuntos, donde la oscuridad nunca es enemiga de la belleza, sino su compañera inseparable.

La luz es el acorde invisible que sostiene toda obra de arte, y sin ella, el cuadro se volvería un murmullo sin fuerza.

Soy Rafael Andrés Ángulo Molina

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