El Paisaje como Sinfonía de Colores y Silencios
Mirar un paisaje pintado me despierta la misma emoción que escuchar una sinfonía. Los árboles se convierten en violonchelos graves, los cielos en violines agudos, las montañas en trombones solemnes. Todo está en su sitio, como si el pintor hubiera dirigido una orquesta de la naturaleza. Lo hermoso del paisaje en el arte es que nunca...